Quinientos ejemplares de pino carrasco se plantaron el pasado 25 de febrero en una parte de la parcela que hace décadas ocuparon las antiguas balsas de Longares. La motivación para reforestar este terreno responde a cuestiones mayormente ecológicas y sociales, dado el interés del consistorio longarino en crear una masa forestal disfrutable en el futuro por los vecinos y vecinas del municipio, y quien sabe si recuperando también próximamente una zona de balsa para rememorar la historia de la localidad.
El objetivo de la plantación es el establecimiento de una masa forestal autóctona con un porcentaje de supervivencia lo más alto posible que evite la erosión del suelo y la desertificación, gracias a su resistencia a la sequía y a los nuevos escenarios climáticos, así como que actúe como sumidero de CO2 atmosférico, por lo que se inscribirá en el Registro de Huella de Carbono del Ministerio de Transición Ecológica, estando previsto que absorba un total de 78.000 kg de CO2 a lo largo de sus primeros 50 años de vida.
Más de cuarenta personas participaron en una plantación que es fruto de un convenio entre el Ayuntamiento de Longares y la organización medioambiental Folia Project, y que ha contado con la financiación de la empresa tecnológica Viewnext.