Fue declarada monumento Histórico-Artístico en 1967, edificada en el solar de un edificio románico del siglo XII, es una de las más bellas que se hicieron en Aragón en el siglo XVI y también una de las pocas que han gozado de estudio y reconocimiento artístico.
Está orientada hacia el este y del exterior destaca su torre múdejar de planta cuadrada que podría fecharse hacia 1390. Se compone por 3 cuerpos con 6 alturas. En el cuerpo inferior se presenta sin ornamentación al igual que el segundo, pero con la diferencia de que en éste, estaba el reloj, cuya maquinaría se guarda en la capilla de San Pedro. El cuerpo superior, recuadra con lazos de cuatro octagonal combinados con cartelas y con incrustaciones de porcelana y cristal.
A derecha e izquierda de la torre, están las dos únicas puertas de acceso, sencilla con arco de medio punto la una, y cobijado por una pequeño atrio, con portada barroca al fondo y más grande la otra. Ésta última, tiene un rejado que se le colocó en el siglo XVIII, para que las bestias y demás animales no pudieran acceder a ella.
En la fachada tiene arcadas aragonesas.
El templo es elegante y muy parecido a la Lonja de Zaragoza y a la Catedral de La Seo. Es una iglesia perteneciente a la tipología de las “Hallenckirchen”, que es lo mismo que decir, iglesia con planta de salón.
Esta levantada sobre columnas anilladas y adornada con temática renacentista. Las columnas que sustentan los arcos son de piedra, fuste prolongado y capitel de estilo jónico. Las bóvedas están adornadas de crucería y tachonadas de rosetones en los cruzamientos, estando los del altar dorados.
La construcción de la iglesia se hizo en tres fases: primero la nave central y posteriormente la nave de la epístola y la del evangelio. La iglesia siempre acogió a Cristianos y nunca fue usada para ritos y misas musulmanes.
Los pasos para realizar el Vía Crucis son 14, comenzando por el lado de la capilla de San José, y finalizando, en el Altar Mayor.