La localidad de Longares celebró como siempre durante los ocho primeros días del mes de septiembre sus fiestas patronales en honor a San Vicente, San Gonzalo y la Virgen de la Puerta, unas fiestas en las que, como cada año, el mayor atractivo lo protagonizó el Dance del Paloteo, una tradición que se remonta más de tres siglos y medio atrás, y que anualmente sale a la calle los días 2 y 8 de septiembre, estando declarado como Fiesta de Interés Turístico de Aragón. Doscientas cuarenta personas, distribuidas en sesenta cuadros, fueron las que danzaron delante de las reliquias de los santos y de la imagen de la Virgen cada uno de estos dos días.
El pregón, que supuso el inicio de unas fiestas marcadas por la gran participación y el tiempo revuelto, corrió este año a cargo del joven agricultor longarino Álvaro Losilla Sanz, como signo de reconocimiento por parte del ayuntamiento a las movilizaciones del sector primario para solucionar los problemas de la agricultura y ganadería, garantizando los puestos de trabajo, las pequeñas y medianas explotaciones que se asientan en el territorio y los precios justos en la venta de sus productos.
Otras de las actividades destacadas del programa fueron las relacionadas con los festejos taurinos, debido a la tradición que hay en el municipio y al número de personas que atraen del resto de localidades, por lo que los toros de ronda, las vaquillas y los encierros, de cuatro ganaderías distintas, no faltaron en esta programación, ocasionando algún pequeño susto que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias.
La música también estuvo muy presente en Longares durante estos días, y no sólo con las típicas orquestas y discomóviles, sino con la actuación de la rondalla del municipio y con la presencia de la charanga Moncayo Show y la Banda de Almonacid de la Sierra.
Numerosos fueron los concursos que se celebraron en las fiestas, como los tradicionales de tiro de herradura y tiro a la tabla, unidos a otros como disfraces, baile del farolillo, pancartas, fútbol-vaca, ranchos, furor, fútbol sala, lanzamiento de hueso de oliva, guiñote o rabino, organizados tanto por la Comisión como por las peñas El 69, La Jarana, El Toril o La Becerrada. Fundamental sin duda la labor de las peñas y peñistas, tanto para dar animación a todos los actos como para la organización de concursos y bingos, corriendo estos últimos a cargo de las peñas De Paso, El Subidón, El Vatikano y El Vicio.
Los más mayores del municipio recibieron también su merecido homenaje el primer día de fiestas, disfrutando de la actuación del grupo de jota local y de una merienda preparada por la peña La Estrella. Las cucañas, las comparsas de cabezudos, la fiesta de la espuma, el carretón taurino, el parque infantil y una actuación de circo de calle fueron algunas de las actividades que a lo largo de estos días la Comisión y el Ayuntamiento de Longares programaron para los más pequeños con motivo de las fiestas.
Además, para reponer fuerzas y aguantar los ocho días festivos, no faltaron el almuerzo patrocinado por la Sociedad de Cazadores, una chocolatada preparada por la peña La Bodega, reparto de Agua de Valencia por la peña El Vicio y mojito por la peña El Jorcón, además de la comida organizada por la asociación de mujeres “Virgen de la Puerta”, la tradicional comida de estofado de vaca, y la sardinada, con la que, desde hace muchos años, y precediendo al espectáculo pirotécnico, la traca final y la última charanga y discomóvil, concluyen los ocho intensos días de fiestas patronales con los que cuenta la villa longarina.