Longares celebró entre los días 9 y 11 del presente mes
de mayo sus tradicionales fiestas de la Espina
Que se celebran cada año en honor al Ecce Homo, obra del escultor Alonso Cano, que fue donada a la iglesia de la villa en la segunda mitad del siglo XVII, por el arzobispo de Granada e hijo adoptivo de Longares, Don Diego Escolano, y que cuenta con gran devoción por parte de todos los longarinos, así como de bastantes vecinos y vecinas de localidades cercanas.
Las fiestas comenzaron con un recital instrumental de la orquesta laudística “Villa de Longares”, al que prosiguió una merienda a base de bocadillos de bacon y queso, realizada por los miembros de la brigada municipal y la A.M.P.A. del colegio público longarino, que estuvo amenizada por la Banda de Almonacid de la Sierra. Esta misma formación también se encargó de ambientar la noche de la víspera, que se completó con un toro de ronda de la ganadería Javier Soria por las calles, y una sesión de discomóvil con Cata Dani y Michel del Alba.
El sábado 10, día de la Santa Espina, tras la diana y la misa de Perosi, los vecinos y vecinas se trasladaron al pabellón para disfrutar de un aperitivo multitudinario. Por la tarde, las reses bravas recorrieron las calles del encierro, mientras que un tardeo de música de los 90 con DJ Pablo sirvió para conmemorar el 30 aniversario de la inauguración del pabellón municipal longarino. Ya por la noche, un toro de ronda de la ganadería Iván López y una sesión de baile con la orquesta Magia Negra y el DJ Yago Valero completaron los actos del día grande de las fiestas.
El domingo siguió la programación con la llegada de La Viñadora, el tragachicos de Cariñena, un café concierto con el cantante Raúl Ciprés, y otro encierro de la ganadería de Javier Soria, ya que la plaza de toros estaba impracticable tras las continuas lluvias de los días anteriores, y hubo que realizar todos los festejos taurinos en las calles. Una chocolatada preparada por la asociación de mujeres “Virgen de la Puerta” en el pabellón sirvió para endulzar el final de unas jornadas festivas que resultaron muy animadas y participativas.



