El Ayuntamiento de Longares acometerá a comienzos del próximo año una nueva actuación de mejora en el interior de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que se centrará en la restauración del retablo de Santa Ana, con un presupuesto de 18.000 euros. Esta intervención va a ser posible gracias a un convenio firmado entre el consistorio longarino, la Diputación Provincial de Zaragoza y la Diócesis de Zaragoza, según el cual la DPZ aportará el 60 % del coste total, y el resto a partes iguales entre el consistorio y la diócesis.
El citado retablo data de finales del siglo XV, de estilo protorrenacentista, con elementos barrocos en la mazonería. Está hecho de madera tallada, dorada y policromada, donde predominan las pinturas sobre tabla, con la salvedad de la imagen titular de la hornacina central. En total hay cinco tablas pequeñas en el banco y cinco grandes en el cuerpo del retablo, con escenas alusivas a Santa Ana y representaciones de santos.
Con las intervenciones de conservación y restauración del retablo de Santa Ana, que realizará el restaurador Pedro Perales Burgaz, se buscará devolverle la unidad y correcta legibilidad formal y estética, así como asegurar las condiciones de conservación adecuadas para trasmitirlo a las generaciones futuras.
El alcalde de Longares, Miguel Jaime Angós, mostró su satisfacción tras la firma de este convenio institucional “ya que supone continuar con la labor de recuperación del elemento más importante del patrimonio del municipio, como es nuestra iglesia parroquial, en la que se ha invertido más de un millón de euros en los últimos cuarenta años”.
Hay que recordar que la iglesia de la Asunción de Longares, declarada monumento histórico-artístico en 1967, fue construida en el siglo XVI y su estilo es renacentista, con una composición de tres naves, siendo más ancha y alta la central. En su interior destaca su órgano y un pequeño museo con obras de gran valor, como dos libros de bautismo de los más antiguos que se conservan en España, un Ecce-Homo y una Inmaculada de Alonso Cano, una custodia barroca de plata sobredorada del siglo XVII y una pila bautismal de cerámica de Muel del siglo XVI. Además, tiene adosada la torre mudéjar, que está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2001.